Al despertarnos por la mañana en Torroella de Montgrí teníamos vistas al castillo en lo alto de la montaña.
Pusimos rumbo a L’Escala, un pueblo de pescadores, desde el que puedes dar un paseo y llegar al yacimiento arqueológico de Empúries a orillas del mar y un poco más allá al pueblo de Sant Martí d’Empuries, pueblo medieval en el que puedes disfrutar de una agradable comida en los restaurantes de la plaza principal.
Las ruinas de Empúries pertenecen a la civilización griega y romana. Los griegos llegaron en el siglo V a.c. y fue la base para la colonización romana de Hispania. Pueden verse casas, anfiteatros, mosaicos y santuarios, además de poseer un museo de arqueología. Se puede realizar la visita con un guía pero eso conlleva un coste añadido. Nosotras no entramos, ya que preferimos pasear por la costa y disfrutar de la playa, no obstante, en ese paseo, puedes ver las ruinas desde el exterior.
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Estuvimos en la playa de Moll Grec, desde la que se puede observar Roses al fondo. Estas playas están bien acondicionadas, con duchas y con chiringuitos, el agua es tranquila y es un lugar perfecto para los niños, además, como ya va siendo habitual en estas costas de Gerona, se puede hacer snorkel.
Tema parking: Dejamos el coche en el primer parking que nos encontramos al llegar y no nos cobraron entrada, no había barreras. Sin embargo, si aparcas en el siguiente si que es de pago, supongo que es el mismo sitio donde se aparca para entrar al yacimiento arqueológico y tengo entendido, que si entras en él, el parking no se te cobra, pero informaros bien antes.
Después de nuestro chapuzón y ya por la tarde, fuimos hacia nuestra siguiente parada: Empuriabrava o lo que llaman la Venecia de la Costa Brava. Se encuentra a unos 30 minutos en coche.
Son canales navegables, se puede acceder alquilando una barca y vas pasando por las diferentes casas donde vive la gente, vimos banderas francesas y alemanas, estas casas tienen acceso por tierra y por mar, es decir, la parte delante para el coche y la parte trasera para el barco con salida directa al mar.
Así pues, nosotras alquilamos una barca a conducir sin necesidad de carnet por 35€ durante 1 hora. Te marcan el recorrido que es subir por el canal principal y bajar por el otro, son unos 8 km, no puedes meterte por las diferentes calles perpendiculares que salen. Como nos sobraba tiempo, nos metimos por una de esas calles y la barca, al tener gps, ¡comenzó a pitar!, así que dimos la vuelta.
El paseo está bien puedes ver casas espectaculares pero hay otras más normalitas. Eso sí, es un paseo tranquilo, ya que la barca en su máxima potencia va muy lenta, creo recordar que nos dijeron que iba como máximo a 6 nudos, que son unos 11 km/hora.
Nota: Hay varias empresas para alquilar la barca, nosotras cogimos a losbarkitos.com es llegar allí y preguntar en cada una de las casetas, no hace falta reservar antes.
Cuando salimos de la barca, fuimos a cenar a un japonés que nos habían recomendado. Esa noche nos tocaba dormir cerquita en Castelló d’Empúries.