El primer día del viaje era sábado y aprovechamos las vacaciones a esta zona de España, para visitar a una amiga que vive en un pueblo cerca de Barcelona, en Vilafranca del Penedès.
Una vez aterrizamos en el aeropuerto de Barcelona – El Prat (en la Terminal 2), fuimos a recoger el coche que habíamos alquilado previamente con la compañía Interrent que es la marca low-cost de Europcar. Para encontrar la oficina, hay que salir del aeropuerto y cruzar la calle y allí en frente están todas las compañías de alquiler de coches. Hechos los trámites necesarios, pusimos rumbo a Lloret de Mar (¡ojo! con el tema de seguros del coche, no os dejéis engatusar por los vendedores, pues nos intentaron meter miedo en el cuerpo para que cogiéramos sus seguros, cuando nosotras teníamos ya contratado el seguro con rentalcars, la página web desde la que hicimos la reserva del coche).
Desde el aeropuerto de Barcelona a Lloret de Mar hay en torno a 100 km, para llegar antes fuimos por la autopista. Llegamos sobre las diez de la noche, dejamos las maletas en el alojamiento y fuimos a cenar y a descubrir la famosa y animada noche de Lloret de Mar.
La fiesta de Lloret suele salir en el telediario por los problemas que tienen del llamado turismo de borrachera, pero he de decir, que nosotras nos encontramos con personas por la calle de fiesta como en cualquier otra ciudad. Pero no vimos la locura que nos muestran en las noticias, también puede ser porque estábamos en la primera semana de Julio y aunque no deja de ser temporada alta, no es finales de Julio o primeros de Agosto.
Estuvimos de fiesta en bares que nos habían recomendado: para tomar la primera fuimos a la taberna Gerry’s, después a bailar a Grand Café Latino y una vez que cerraron ese bar fuimos al Beach Club donde terminamos la noche con reggaeton (personalmente, esta música no va conmigo, así que acabé un poco saturada, pero bueno, un día es un día)… y a dormir!
Día 2. Lloret de Mar – Tossa de Mar
Volver a Viaje de 7 días a la Costa Brava – Girona